Nan-in, maestro japonés que vivió en la era Meijí (1868-1912), recibió a un profesor universitario que acudió a informarse sobre el Zen.
Nan-in sirvió té. Llenó la taza de su visitante, y siguió vertiendo.
El profesor se quedó mirando al líquido derramarse, hasta que no pudo contenerse: -Está colmada. ¡Ya no cabe más!
-Como esta taza -dijo Nan-in-, está usted lleno de sus propias opiniones y especulaciones. ¿Cómo puedo mostrarle el Zen a menos que vacíe su taza antes?
Recopilación de Cuentos Breves Zen. Sabiduría oriental para reflexionar...
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