Agresión

Para manifestar su deseo de enseñar a otros la Verdad, un celoso discípulo le pregunto al Maestro su opinión al respecto. Y el Maestro le dijo: "Espera".

Un año tras otro, el discípulo volvía con la misma pregunta, y una y otra vez el Maestro le daba la misma respuesta: "Espera".

Al fin, un día le dijo al Maestro: "¿Cuando estaré en condiciones de enseñar?":

Y el Maestro le respondió: "Cuando tu impaciencia por enseñar haya desaparecido"

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