La historia cuenta que un monje zen, conocido por su empuje, no se detenía de día ni de noche. Siempre andaba ocupado hasta el punto de no tener apenas tiempo para comer y para dormir.
- ¿Por qué corres tanto, qué prisa tienes? – preguntó el maestro.
- Busco el conocimiento, no puedo perder tiempo – respondió el frenético aprendiz.
- ¿Y cómo sabes que el conociemiento va delante de ti, de modo que tengas que correr muy deprisa tras él? Quizá va detrás de ti, y todo lo que necesitas para encontrarlo es quedarte quieto – dijo el maestro.
Recopilación de Cuentos Breves Zen. Sabiduría oriental para reflexionar...
Contacto
Si quieres contactar con nosotros puedes hacerlo en zencuentos@gmail.com
Buscar este blog
Entradas populares
-
La esposa de un hombre se puso muy enferma, y en su lecho de muerte le dijo, “¡Te amo tanto! No quiero dejarte, y no quisiera que me traic...
-
Un guerrero de fama y fuerte crácter luego de recorrer un largo camino se dirige a una escarpada montaña, lugar de habitación de un solitar...
-
Había una vez un cantero que estaba insatisfecho consigo mismo y con su posición en la vida. Un día pasó por la casa de un rico comerciant...
-
Un monje partió a un largo peregrinaje para encontrar al Buda. Dedicó muchos años a su búsqueda hasta que finalmente alcanzó la tierra dond...
-
Yagyu Tajima no Kami tenía un mono como mascota. Éste asistía a menudo a los entrenamientos de los discípulos. Siendo por naturaleza extre...
Seguidores
Powered by WordPress
©
Cuentos Zen - Designed by Matt, Blogger templates by Blog and Web.
Powered by Blogger.
Powered by Blogger.
0 comentarios: