Había una vez un hombre, Tung men Wu de Wei, que cuando murió su hijo, no manifestó ningún pesar. Un vecino le preguntó que por qué no daba muestras de sentimiento y no vestía de luto, a lo que el contestó:
-Hubo in tiempo en que no tenia hijos y no estaba triste; ahora que mi hijo ha muerto y estoy igual que antes que naciera ¿de qué me he de entristecer?
Recopilación de Cuentos Breves Zen. Sabiduría oriental para reflexionar...
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